No hay tres sin cuatro … así que volví a León, esa tierra que cada año adoro mas gracias a Don Santiago «Sherpa» García Alaiz, medio almendro de corazón.
Las tres anteriores Transcandamias en las que he participado me depararon aventuras muy diferentes en etapas de mi vida muy diferentes.
Y esta cuarta no iba a ser menos, ya que parece que el hombre de tímida sonrisa y gran humildad que está detrás de esta aventura, Aníbal, siempre guarda un as en la manga.
Frío, barro, sol … solo faltaba la nieve … si es que lo tuvimos que haber adivinado.
Así pues una alfombra blanca fue lo que nos encontramos el fin de semana de la Transcandamia 2018.
Nuestro niño interior sonreía, la cabeza racional de adulto se asustaba … pero siempre gana el niño amigos.
Así pues en una compañía siempre increíble como es el variopinto grupo de los «Santi´s troopers» también conocido como «Medio almendros» o como nos conocen en León «los asfalteros madrileños que no duermen», me dispuse a correr mi cuarta Transcandamia y vivir una nueva aventura.
De la carrera poco voy a decir, el recorrido de este año era ligeramente diferente en su parte final (podéis ver detalles en la web oficial www.transcandamia.com y la imagen adjunta), muy bien señalizado, los voluntarios como siempre espectaculares ayudando, animando y haciendo fotos, la organización de todo el fin de semana sobresaliente … y el escenario blanco y mágico.
Como es difícil expresar con palabras lo vívido os dejo una galería de fotos y un vídeo, ambas muy personales y que espero disfrutéis.
Solo os digo una cosa. Venid una vez a vivir esta aventura (todo el fin de semana sino no vale), olvidaos que es una carrera, olvidaos del pulsómetro, hablad con toda la gente que podáis, recorred cada metro de León que podáis, disfrutad cada paso que deis camino de la Anibalada y os garantizo que os volveréis con una sonrisa de niño de oreja a oreja.
Al acabar volví a Madrid con el culo lleno de moratones (bajadas culo a tierra como gran técnica de bajada para asfalteros) y el alma feliz.
Solo queda preguntarse … ¿Y para al año que viene que nos tienes preparados Aníbal?